Puedes tocar mi piel, mi piel es Alma
de cuerda de guitarra, tersa y frágil,
puede vibrar y, al aire puro,
lanzar notas vibrantes o suaves,
que nos llenen la vida de armonía,
aunque sea un instante.
Pero puede romperse o ¿ya está rota?.
Si tengo partitura
Podrán vivir mis notas.
Puedes tocar mi piel, mi piel es Alma,
Alma de agua, de azúcar anhelante,
de convertirse en almíbar y ser dulce,
ser sabor que mitigue
tanto sinsabor y tanto acre.
¿Qué será de mi alma sin azúcar?:
fluido que no fluye,
sólo estanque.
Puedes tocar mi piel, mi piel es Alma,
Alma de flor, edelwéis de altura,
guardada entre las nieves esperando
que la sepa encontrar un caminante.
Cógela entre tus dedos con cuidado
Y abrígala en tu pecho,
que fuera hay tanto frío
que puede que la mate.
Puedes tocar mi piel, mi piel es alma
de mariposa errante,
que vuela ya cansada y sin saber
si hallará alguna flor donde posarse.
Hazle un hueco en tus manos
Y sintiéndose protegida
que repose.
Puedes tocar mi piel, mi piel es mía.
Puedes mirarla de cerca,
con los ojos entornados
y rozarla un punto,
para ver muy adentro
lo que nadie conoce.
Sabrás entonces
que mi piel es Alma
y mi Alma piel.
¿No lo habías descubierto?
¿Acaso se te ocultan los misterios?:
Hay tantas preguntas:
¿Hay pupilas en tus dedos?.
¿Sabes hablar sin expresar palabras?.
¿Has aprendido el arte de entornar
los ojos, cuando ves mucho
sin haber mirado nada?.
El gesto de una mano,
una sonrisa iniciada,
una mota de ternura
un átomo de dulzura.
Lo pequeño, que es tan grande,
Incomprensible, ¿inviable?.
¿Lo conoces, lo sabes?...
Si tú tienes el secreto,
te puedo ofrecer la llave:
Puedes tocar mi Piel,
Mi Piel es Alma
Y ese Universo
Soy YO
Y nadie sabe
dónde empieza
Y dónde acaba.
M.M.